Un estudio reciente realizado en Estados Unidos reveló que la adicción a comprar afecta a ambos sexos y puede tratarse mediante la psicoterapia. Este trastorno afecta al 5,5% de los hombres y al 6% de las mujeres. La compra compulsiva es tan común en los hombres como en las mujeres, según una encuesta telefónica realizada en los Estados Unidos, y sus formas extremas pueden considerarse una enfermedad psiquiátrica: un trastorno en el control de impulsos, asociado con cierto nivel de depresión.
Los científicos usaron un cuestionario de siete preguntas para determinar si la gente sentía necesidad de gastar dinero, si estaba al tanto de que su manera de gastar era exagerada, si compraba cosas para mejorar el humor y si sus hábitos de compra habían desembocado en problemas financieros. Un análisis estadístico de los resultados encontró que el 5,5% de los hombres y el 6% de las mujeres podían ser clasificados como compradores compulsivos, esto es, personas cuyos impulsos descontrolados de gastar dinero tuvieron consecuencias negativas.
La compra compulsiva, también llamada compra adictiva, no es un diagnóstico psiquiátrico aceptado, pero en este momento se está evaluando su inclusión en la próxima edición del manual de diagnósticos y estadísticas de los trastornos mentales (DSM-IV). El doctor Lorrin Koran, autor principal del estudio y profesor emérito en psiquiatría de la Universidad de Standford, aseguró que los compradores compulsivos comúnmente sufren otros trastornos psiquiátricos. "Muchos de los que vienen aquí buscando tratamiento sufren depresión, trastornos de ansiedad y otros trastornos en el campo del control de impulsos, como el juego compulsivo y los atracones de comida", aseguró Koran. Los resultados del estudio fueron publicados en la revista The Journal of American Psychiatry.
Un editorial publicado junto con el artículo apunta que considerar semejante trastorno como una enfermedad mental sería controvertido y que no faltarían quienes lo criticaran como una manera de crear un trastorno trivial para "medicar" una cuestión moral o inventar una razón para vender más drogas. "El comprar compulsivamente, como el juego patológico, puede conducir a la quiebra, al divorcio, a la pérdida del empleo e incluso al intento de suicidio", según Koran.
Los autores reconocen que sus resultados se basan sólo en una encuesta sujeta a varias parcialidades, y que sin una entrevista clínica estructurada, el diagnóstico adecuado es imposible. La muestra incluyó un porcentaje de personas de más de 55 años, superior al de la población general, y un porcentaje más alto de mujeres. De todas maneras, aseguró Koran, "la encuesta muestra, sorprendentemente, que es igual o casi igualmente probable que los hombres y las mujeres sufran de este trastorno, y que una proporción preocupante de la población parece estar involucrada en una conducta financiera destructiva
No hay comentarios:
Publicar un comentario